Muchos nos dicen hoy que “debemos tener una mente abierta. Que no debemos ser estrechos en nuestra manera de pensar”.
Pero la verdad es una sola. Cuando la dividimos o la mezclamos con una mentira, ya deja de ser verdad. En las cosas de Dios, no hay lugar para combinaciones. Ser indecisos o neutrales en las cosas espirituales es algo que no agrada a Dios; es una demostración de hipocresía y falta de conocimiento del verdadero Dios.
Pero como todo llega a su fin tarde que temprano tendremos que confrontar las ideologías o doctrinas que profesan ser verdad